Fin de semana.

Solo un día. Todos los lunes comienza para mi la cuenta atrás, esperando que por fin llegue el viernes y pueda verte. Cuando por fin nos encontramos un puedo tocarte de nuevo se me derrite el alma. El primer beso se repite una y otra vez después de cada distanciamiento. Y te echo de menos. Si, son solo cinco días, pero no te puedes imaginar lo eterno que puede llegar a ser para mi. Dos días más y vuelve el domingo, ese día que tanto odio y quiero a la vez. Creo que la razón por la que lo odio es evidente. Al mismo tiempo me encanta, por que es el único día en el que estamos los dos solos, tranquilos. Ya queda menos.